Esta semana César Vidal y Lorenzo Ramírez desvelan el programa de la OTAN para hacerse fuerte y prepararse para un enfrentamiento con China y evitar su ascenso como primera potencia. Una pugna a nivel económico, geopolítico, sanitario y digital en el que la guerra convencional tiene una importancia menor que en otras guerras mundiales, aunque como estamos viendo en Ucrania sigue siendo el elemento dinamizador. Destruir Rusia, sacrificar a Europa en el altar de la calentología y configurar un nuevo orden mundial son los objetivos que las élites occidentales quieren conseguir en 2030.