La agenda ocultista de la IA (I): Stargate, Génesis y la Ilustración Oscura
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27/12/25 - En esta entrega navideña de El Gran Reseteo, César Vidal y Lorenzo Ramírez inauguran una miniserie dedicada a la agenda ocultista vinculada a la inteligencia artificial, una dimensión —sostienen— poco conocida incluso dentro del sector tecnológico. El episodio arranca en la Casa Blanca y en la “cara pública” de la nueva ofensiva de EE. UU. para acelerar la IA con el argumento de la seguridad nacional y la competición con China, a través de tres iniciativas que consideran altamente simbólicas por sus nombres y objetivos: Genius, Stargate (con un gasto anunciado de cientos de miles de millones hasta 2029) y Genesis.
Según Ramírez, Genesis sería el paso más explícito hacia un modelo antidemocrático: una fusión de Estado y grandes corporaciones que trasladaría al ámbito privado la gestión y legitimidad de lo público, integrando y concentrando datos procedentes de agencias federales y del mundo académico. En ese tablero aparecen grandes actores como Palantir, Google, Microsoft, Oracle, OpenAI, Amazon y el entorno de Elon Musk y Peter Thiel, con luchas internas de poder entre facciones del “estado profundo”. También denuncian que la recopilación masiva de datos impulsada desde estructuras gubernamentales recientes habría operado como excusa para alimentar esos proyectos.
A partir de ahí, el programa da un giro hacia la capa filosófico-religiosa: una corriente que describen como “ilustración oscura” y aceleracionismo, asociada al pensador Nick Land, considerado por parte de Silicon Valley como un gurú. Vidal y Ramírez advierten que estas élites tecnocráticas compartirían una visión que busca acelerar el colapso moral, social y político para “reconstruir” un nuevo orden poshumano dirigido por máquinas, con desprecio por la libertad y la dignidad humana. En paralelo, señalan la convergencia —y rivalidad— con otras corrientes extremas, incluidos grupos de inspiración ocultista y lecturas escatológicas manipuladas que empujan hacia guerras y cataclismos.
El episodio concluye subrayando que, más allá de ideologías convencionales, lo que está en juego sería una batalla espiritual y antropológica: la defensa de lo humano frente a un proyecto tecnocrático que, bajo la neolengua del progreso, aspiraría a abolir la democracia, consolidar monopolios y rediseñar la sociedad a través del control de datos, la automatización gubernamental y la expansión ilimitada de la IA. La miniserie continuará con un análisis de figuras clave (Thiel, JD Vance y otros) y del imaginario del “anticristo” dentro de estas élites.