En este editorial, César Vidal analiza en profundidad el desplome del uso del catalán en Cataluña a pesar de cinco décadas de imposición lingüística por parte del nacionalismo. A partir de los últimos datos oficiales de la Generalitat, se revela un retroceso significativo del catalán en todos los ámbitos —especialmente entre los jóvenes y en el área metropolitana de Barcelona— donde su presencia no llega ni a la cuarta parte de la población.

Vidal contextualiza históricamente la relación entre el español y el catalán, recordando la supremacía cultural, demográfica y global del español desde el siglo XVI, así como el carácter limitado del catalán como lengua de uso familiar. El editorial denuncia los intentos del nacionalismo catalán por elevar artificialmente el estatus del catalán mediante políticas coercitivas, exclusiones y un descomunal gasto público.

A través de datos demoledores y comparaciones históricas internacionales, Vidal concluye que la realidad social se ha impuesto: el español continúa siendo la lengua mayoritaria y dominante en Cataluña, mientras el proyecto lingüístico nacionalista se hunde en un fracaso costoso, injusto y culturalmente empobrecedor.

Un análisis contundente sobre cómo los hechos terminan derrotando a los delirios ideológicos, por mucho dinero público que se malgaste en ellos.