Algunas ideas para entender criptos, NFTs y CBDC
I BLOCKCHAIN
Imaginemos que el registro de la propiedad es digital y tiene un fichero de texto donde anota compraventas de un activo y que cada vez que se llena una página se añade otra. Si en lugar de páginas los llamamos bloques, el registro será un fichero de bloques (páginas). Pero las páginas de un fichero pueden modificarse, eliminarse y añadirse, salvo que estén encadenadas una detrás de otra por eslabones encriptados con una firma criptográfica (hash). Entonces no se pueden modificar. Si los bloques están encadenados, se convierten en una block-chain, una cadena de bloques, y solo tienen sentido si están juntos, por lo que para manipularla habría que cambiar el fichero entero. Pero si este fichero en lugar de guardarlo una empresa o una persona lo guardan a la vez millones de ordenadores (a lo cual llamamos ficheros distribuidos) entonces manipular esto requeriría tener al menos el 50% de los ordenadores donde se aloja esa blockchain. Si hablamos de decenas de millones de ordenadores no sería imposible, pero desde luego, sí sería caro, muy caro.
¿Entonces, una blockchain cada vez es más grande? Así es, crece constantemente.
¿Y hay ficheros distribuidos (o ledgers distribuidos / DLT = Distributed Ledger Technology) que no están formados por bloques encadenados? Sí. Un fichero distribuido es el que está en muchos ordenadores, nada más. Si están encadenados con firmas criptográficas serán, además de ledgers distribuidos, una blockchain. Decir ledgers distribuidos o DLT es equivalente a decir “pájaros”. Decir blockchain es equivalente a decir “gorriones”.
¿Hay más de un blockchain? Sí. El más famoso es el de Bitcoin, pero hay más, como es Ethereum. Cada uno es como un registro-de-la-propiedad-online compartido en muchos ordenadores.
¿Quién los mantiene? Los mineros. Son equipos informáticos especializados dedicados a ello que han ido profesionalizándose cada vez más hasta convertirse en empresas con equipos muy caros que no están al alcance de la mayoría de particulares. La actividad de mantener esta contabilidad de estos ficheros a cambio de una comisión es conocida como minado. De ahí lo de “minar criptomonedas”. ¿Qué ganan a cambio? Depende de cada blockchain (registro-de-la-propiedad-digital); cada uno tiene sus normas (por eso a veces es más rentable minar bitcoin y otras minar ethereum, por poner un ejemplo). El minero que añade la nueva página (chain) con las compraventas se lleva su comisión ("gas").
Nota: los británicos se parecen a los franceses, y les cuesta llamar a las cosas por su nombre. Los franceses, al pan lo llaman pain; de acuerdo; al vino lo llaman venu; de acuerdo; pero al queso, que SE VE CLARAMENTE QUE ES QUESO,… ¡lo llaman fromage! Pues los ingleses igual, llaman gas a la comisión.
II TOKEN
En inglés, Token es una palabra que significa una muestra, una representación de algo, como una muestra de afecto. En un registro-digital-blockchain, el token es aquello que puede anotarse o registrarse. Si empleamos una similitud: en el registro de la propiedad inmobiliaria, un token serían las casas, otro token los terrenos. En el registro de la propiedad intelectual un token serían los libros, otro las patentes. En el registro-digital-blockchain de Bitcoin se permite un solo token, la criptomoneda Bitcoin, pero en el registro-digital-blockchain llamado Ethereum se permiten muchos hay muchos tokens que pueden registrarse, desde la criptomoneda Ether hasta contratos digitales, los NFTs, o incluso otras monedas criptosimbióticas que utilizan la blockchain Ethereum porque no tienen blockchain propia.
III NOMBRES DE USUARIO
Cualquier Blockchain en lugar de nombres tiene cuentas, es decir, pseudónimos, pero en lugar de Samuel Langhorne Clemens, Tedio Plómez Sopor o Juan Alberto de los Palotes, cada cuenta tiene un nombre público que parece una clavae de wifi y que todo el mundo puede ver (aunque no sepa quién es) y ver sus movimientos. Pero en lugar de nombre público lo llaman clave pública (publick key) y al que se refieren a veces como account.
Pero es como si pusiera juanitoperez o libreriagarcia, es un pseudónimo, que no anónimo. Nadie sabe a quién corresponde ese pseudónimo, pero ojo, porque es rastreable y por tanto depende del rastro que se haya dejado. Por ejemplo, si la cuenta 2fadfad ha pagado un pedido “anónimamente” a libreriagarcia, bastaría saber a quién mandó la librería García ese libro para saber quién era 2fadfad. Con esta técnica han rastreado y encontrado extorsionadores de bitcoin rusos. El caso más famoso de extorsionador ruso era una empresa americana a la cual llegó el FBI gracias a la colaboración de un equipo español, el cual, lógicamente, de picaresca sabe. Por cierto, si don Agustín nos hubiera puesto este ejemplo de los hackers rusos habríamos aprendido mucho mejor lo que era la metonimia.
IV LAS CLAVES
¿Y cómo se accede? Pues mediante una llave, llamada clave privada, que también se parece a una clave wifi, por lo que la gente se puede liar con la pública. La pública es el nombre de usuario, la privada es la que conecta con este nombre de usuario y otorga el acceso. Pero no puede resetearse ni recuperarse si se pierde o te la roban. Ahí va, y ¿dónde están esas claves? Pues ahí es donde hay que tener cuidado. Si tenemos las criptomonedas en un broker o exchange, las claves las tendrán ellos. Si las tenemos en un monedero digital, que no es más que un software con el que dándole nuestro usuario y clave privada nos permite operar con la blockchain, las claves estarán en nuestro monedero digital. ¿Y si pierdo el móvil? Pues tendrás que tener la clave apuntada en algún lugar para poder recuperar el acceso a la blockchain. ¿Dónde? En un papel, por ejemplo.
Si le das las claves a un inversor de Marbella que te asegura un 7% semanal, las claves las tiene…. ¡Exacto, ese inversor! Piense usted en su cuenta bancaria online, ¿a quién le daría las claves? A nadie. Alguna de las grandes cuentas (ballenas) mantienen sus claves grabadas en una placa de metal y no están accesibles de ninguna otra forma. Si inviertes a largo plazo, o si temes que te quiten o pirateen puedes tenerlas solamente tú e incluso en un lugar físico. Nadie podría acceder.
V SMART CONTRACT
Imaginemos que en el registro de la propiedad inmobiliaria, además de anotar una compra venta pudiéramos anotar cláusulas adicionales… que se ejecutaran solas, sin necesidad de que nadie activara nada. Por ejemplo “cada vez que se venda esta casa el constructor se llevará un 1%”. Tentador ¿verdad?.
Atención a la importancia de esta posibilidad, porque es lo que permite la existencia de NFT y lo que puede cambiar las CBDC creando un paradigma jamás conocido hasta el momento.
VI NFT (tokens no fungibles).
Ahora que ya sabemos lo que son los tokens, los NFT son un tipo de token (activo-que-puede-anotarse-en-un-registro-digital-blockchain), pero tokens especiales, porque no son fungibles. Un euro es fungible, porque da igual un euro que otro. Un Bitcoin es fungible, da igual uno que otro. Un NFT es único. ¿Tan importante es? Sí. Mucho, porque esto puede cambiar el mundo.
Estos tokens, se anotan en ese fichero-blockchain llamado Ethereum que va creciendo página a página (bloque a bloque) a medida que registra las operaciones. Podría ser en otras blockchains, como Polygon u otras (unas son más caras y fiables y otras menos, igual, que una casa o un coche, por lo que la comisión de uso es distinta).
¿Qué cosas son “tokenizables”? Una imagen, una foto, un dibujo, un audio, un video, una entrada a un concierto, asistencia a un curso, pertenencia a un club, una titulación… Cualquier cosa que sea digital puede anotarse en el registro-de-la-propiedad-digital-blockchain seleccionado. Los NFT más famosos son imágenes de monos y punkies, pero entender los NFTs viendo el dibujo de un mono es como intentar entender lo que es un ser vivo observando un guisante.
Y ahora lo que de verdad es importante: un NFT no es solo una anotación de una compraventa, es un contrato. Un contrato, un contrato y un contrato. Siento la insistencia, pero es importante y es un instrumento que transformará una parte de nuestras vidas. Un NFT es un contrato que implica propiedad, sí, pero ¿qué más implica? Pues todas aquellas cláusulas que estén reflejadas (y firmadas al aceptarlo) en ese Smart Contract programado. Pero como leer ese código es como hablar chamicuro al revés te tendrás que fiar de quien te dice qué es lo que hay en ese contrato. Casi nada… Por eso, si te llega un email con un NFT promocional o de regalo ni se te ocurra abrirlo, porque estarías firmando un contrato que seguramente tiene una cláusula que supone el acceso a tu monedero virtual. Pero al margen de estafas, en el mundo regulado y quiero creer que honesto, ese contrato tendrá cláusulas aceptables, como las vinculadas a la compraventa posterior. Por ejemplo, suele haber un porcentaje para el creador del NFT para cualquier compraventa futura. De nuevo es tentador crear y vender una colección de NFTs. Si en el registro de la propiedad podemos poner cláusulas que automáticamente detraigan un porcentaje de cada compra venta, es para pensárselo. Lo cual no es ni bueno ni malo, puede ser lícito o ilícito.
VII CBDC: Las divisas digitales de los bancos centrales
Nota previa: A quien quiera ampliar información técnica le recomendaría leer, por ejemplo, https://www.brookings.edu/wp-content/uploads/2020/07/Design-Choices-for-CBDC_Final-for-web.pdf, es de 2020 pero tiene información técnica interesante, comprensible y mucha bibliografía, aunque algo desactualizada ya.
Una divisa digital no es simplemente una anotación digital, sino un activo que se registra en un libro registro-de-la-propiedad-digital-blockchain. No estaría distribuido en los ordenadores de los mineros sino de las instituciones gobernantes.
¿Sería entonces cómo una criptodivisa o como un NFT? Esta es la gran pregunta. Formulada de otra manera ¿serán fungibles o no fungibles? Es decir, ¿dará igual un euro-digital que otro o cada uno será único? El diseño de una CBDC no es único, sino que hay que tomar decisiones al respecto. Y la principal decisión es si es fungible o no.
¿Y qué importa que sea fungible o no? Todo. Que un euro sea equivalente a otro o tenga sus propias condiciones es crítico. Si el dinero deja de ser fungible, nuestra forma de vida, para bien o para mal, cambiará radicalmente. Es posible que al haber sido incuestionable hasta el momento no lo hayamos pensado.
Si el euro actúa como un NFT -un token no fungible-, cada euro tendrá asociado un contrato (smart contract) con las condiciones que se estimen oportunas. ¿Y qué cláusulas tendrán dichos contratos? Es un terreno en el que la humanidad no ha caminado hasta el momento. Pero hay muchas posibilidades:
1. Fecha de caducidad, la cual sería distinta para cada euro, dependiendo de su procedencia, uso, propietario o circunstancias.
2. En qué puede gastarse, dependiendo de su procedencia, uso, propietario o circunstancias.
3. Qué porcentaje de IVA se paga, dependiendo de su procedencia, uso, propietario o circunstancias.
Las posibilidades son infinitas, pero siempre “dependiendo de su procedencia, uso, propietario o circunstancias”. Dependencia que puede ser objetiva y jurídicamente estable o no. En el momento en que los euros sean no fungibles su propietario puede tener limitado dónde gastarlos y en qué.
Podría haber argumentos a favor, como el control del fraude y de actividades ilegales. Argumentos positivos para algunos y negativos para otros, como que la política monetaria sería más efectiva, obligando a gastarse el dinero en un plazo de tiempo y áreas determinadas, con lo que se controlaría por fin la velocidad de circulación del dinero y no solo la cantidad en circulación. También se podría dirigir el gasto en un sentido o en otro, tutelando a la población hacia determinadas prácticas. Pero la lista de argumentos en contra es muy extensa.
Sea como sea, sería muy enriquecedor que en la sociedad se abriera un debate serio alrededor del formato de las CBDC.
¡Riau-Riau!