No puedo dejar de pensar y reírme tras escuchar las palabras del doctor Faucci, y todo el alboroto que se ha montado sobre sus pingües beneficios como benefactor de la causa Covid-19. Sin embargo, he notado que lejos de exigir una demanda por difamación e injurias, alega "harassment", es decir acoso, por querer saber la ciudadanía el simple hecho de porqué se ha enriquecido de una manera tan desorbitada y porqué cobra hasta por ir a "presentar un power point".
Todo es acoso según ellos, con una clara técnica de "hacerse la víctima", con la declaración premeditada de una supuesto terrorista de falsa bandera que llevaba munición, claro el terrorista fue interrogado y lo dijo así como si nada: "que quería matar a Biden". Todo muy creíble. También llevaba una fotocopia del senador Rand Paul (nada que ver con Aynd Rand) diciendo que estaba recaudando en su web para disparar "fire" a Faucci, tergiversando el significado completo de la palabra que significa "despedir". #FireFaucci. Respecto al dinero es un mero "crowdfunding" para su campaña.
Como ejemplo de las mentiras de las que nos hablan los políticos y estamos poco acostumbrados a verlas en otro país como EE.UU. me acuerdo de una película "The Distinguished Gentleman" ("Su distinguida señoría", 1992) que nos abre la mente respecto al proceder de estas cucarachas, que de un signo o de otro se sientan en los banquillos del Senado estadounidense, u otra instancia pública cercana al poder del gobierno.
https://randpaul.com/issue/firefauci/
https://www.filmaffinity.com/es/film525173.html
PD: tendremos que enterarnos de la mina de oro del "azote de la libertad".