Hace dos sábados fui a cenar con un amigo por la zona de Kinépolis, en Madrid. Llegamos sobre las 21:30 y ya dentro de Kinépolis nos encontramos con un control de la Policía Nacional. Nos pararon, pidieron carnets de conducir, de identidad y nos registraron el coche. Nos preguntaron cosas. Total media hora.
Yo soy de raza blanca, mi compañero de cena es de raza negra.
Los policías se empezaron a inquietar mucho cuando saqué el teléfono móvil y les empecé a grabar. Me dijeron que era ilegal, pero el caso es que no me quitaron el teléfono. A partir de que les empecé a grabar ya se empezaron a incomodar y nos dejaron ir. Esto es básicamente porque quizás no esté permitido grabar, pero lo que no pueden hacer es arrebatarnos el móvil.
Los diferentes cuerpos de policía tratan de dar imágenes propias amables en las redes sociales: ponen vídeos de gatos, hablan del calentamiento global y de la cosa de las mujeres. No nos dejemos engañar., los cuerpos policiales obedecen órdenes y si alguien les ordenara disparar sin motivo, algunos no lo harán, pero otros sí.
La policía y la guardia civil son los encargados de acompañar a los agentes de la agencia tributaria a cometer felonías, son los que vigilan los ilegales toques de queda, son los que mataron a Calvo Sotelo, los que multan por no llevar mascarilla, los que entran en las casas sin autorización judicial y los que mataban a gente que confundían con terroristas. También ellos son los que avisaban a los terroristas de intervenciones y los que atracaban bancos asociados con delincuentes profesionales.
Dicen algunos policías que a los del metal de Cádiz les han pegado poco.
Ahora el gobierno les va a apretar un poco(nada) las clavijas. La nueva reforma habla de no dar por veraz cualquier informe policial y la pertinencia de los ciudadanos de poder grabar a estos pistoleros uniformados.
Yo, esta vez con la PSOE